Los abonos que necesitamos para nuestras hortalizas al principio son muy pocos si utilizamos turba comprada esta viene prácticamente con todos los componentes necesarios. Pero si utilizamos tierra de jardín tendremos que abonar la tierra con abonos orgánicos más frecuentemente.
Los abonos se dividen en orgánicos y minerales o inorgánicos. Los abonos orgánicos también producen nutriente minerales como Nitrógeno, Fósforo etc.
ABONOS ORGÁNICOS
Los orgánicos son estiércol, compost, mantillo, humus de lombriz, etc. y producen humus principalmentes y en su descomposición liberan nutrientes minerales. Desde una perspectiva ecológica, los abonos orgánicos, aunque de absorción más lenta que los sintéticos, favorecen a los suelos al activar las bacterias descomponedoras y a largo plazo son la mejor alternativa. Los nutrientes que contienen los abonos orgánicos permanecen en el suelo mucho más tiempo que los artificiales, evitándose además que por lixiviación se contaminen los acuíferos o se laven más rápidamente de las capas superficiales del suelo.
ABONOS MINERALES.
Los abonos minerales o inorgánicos suelen ser productos químicos sintetizados. Se dividen en: | ||||||||
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Fertilizantes convencionales, de uso común en agricultura. Ejemplo: 15-15-15, Nitrato amónico, Superfosfato simple, Cloruro potásico, etc.
Abonos de lenta liberación. Son más caros. Se van disolviendo poco a poco.
Fertilizantes líquidos. Se diluyen y se pueden aplicar con una regadera o mediante el riego por goteo (fertirrigación).
Existen algunos abonos organo-minerales, formados a base de compuestos orgánicos enriquecidos con minerales. Se venden en sacos.
Todos estos abonos inorgánicos o sintéticos se asimilan más rápidamente que los orgánicos, es decir, que las plantas dispondrán de ellos desde el momento de echarlos; los orgánicos, no.
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