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martes, 29 de noviembre de 2011

PINTAR UNA PUERTA DE MADERA

Después de pintar una habitación normalmente las puertas y marcos de madera no combinan con el color de la pared.
Los preparativos, como cuando pintamos la pared son muy importantes. Si la pintura que tiene la puerta está en buen estado con pasar una lija fina para romper la capa pintada nos servirá para que la pintura que apliquemos se adhiera a la superficie. Si tiene agujeros o grietas tenemos que rellenarlas con pasta de madera y luego alisarlo con una lija. Retirar los embellecedores del picaporte y cubrir los apliques con cinta de enmascarar, así como la pared que limita con el marco de la puerta
La pintura que vamos a utilizar es un esmalte, puede ser al agua o al aceite. Para mí el mejor es el esmalte al  aceite. Tiene un inconveniente, no se limpia con agua si no con disolvente, pero cubre mucho mejor, aguanta más tiempo y no le afecta el agua.
Los utensilios que necesitamos son una brocha  mediana, un pincel pequeño, un rodillo con puntas desechables mediano, lija fina, cinta de enmascarar y disolvente o aguarrás.
Las puertas se pintan siguiendo un orden lógico   se comienzan a pintar los cantos.  La brocha o el rodillo  no deben estar muy cargados. Hay que emplear el producto justo para evitar que queden marcas de gotas. A continuación, se pintan los planos verticales y horizontales, seguidos de las partes superior e inferior, los laterales de la puerta y los marcos. Igual que ocurre con las puertas, primero se pintan los cantos de los marcos y después las superficies horizontales y verticales. La pintura debe aplicarse de manera uniforme y con trazos entrecruzados para que no se noten las marcas. En puertas lisas, los remates o encuentros de trazos se realizan con brochazos verticales. En las puertas paneladas, en cambio, las diferentes partes se terminan con brochazos paralelos que siguen la dirección de las vetas. En ambos casos, es preferible trabajar con rapidez.

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